18 de Diciembre de 1985: Se estrenó en los Estados Unidos la película “Out of Africa”. La Academia premió esta obra del cine con siete oscares, incluyendo el de mejor película. Drama, romance; director, Sydney Pollack; escritores, Karen Blixen, Judith Thurman, Errol Trzebinski y Kurt Luedtke; actores principales, Meryl Streep, Robert Redford, Klaus Maria Brandauer, Michael Kitchen...
18 de Diciembre de 1963: Nació Brad Pitt en Shawnee, Oklahoma. Actor de cine que ha demostrado su arte protagonizando una gran variedad de papeles, muchos de ellos verdaderos retos para el actor y con los cuales se ha ganado la popularidad merecida. Entre sus éxitos se encuentran: Seven Years in Tibet (1997), Meet Joe Black (1998), Fight Club (1999), Ocean's Eleven (2001), Troy (2004), Mr. & Mrs. Smith (2005)...
18 de Diciembre de 1957: Se estrenó en los Estados Unidos la película “The Bridge on the River Kwai”. La Academia la premió con siete oscares, incluyendo el de mejor película. Drama, guerra; director, David Lean; escritores, Pierre Boulle, Michael Wilson y Carl Foreman; actores principales, William Holden, Jack Hawkins, Alec Guinness, Sessue Hayakawa...
18 de Diciembre de 1865: La Enmienda 13 de la Constitución - Esta enmienda prohíbe la esclavitud en los Estados Unidos. Fue propuesta por el Congreso el 31 de enero de 1865. El 6 de diciembre de 1865, al ratificarla el Estado de Georgia tres cuartas partes de los estados la habían ratificado. Fue declarada parte de la Constitución el 18 de diciembre de 1865.
18 de Diciembre de 1787: El Estado de New Jersey integró la Unión. New Jersey ratificó en este día la Constitución de los Estados Unidos de América, siendo el tercer estado en integrar la Unión. La capital del estado es Trenton.
Hoy, 18 de Diciembre, en el Calendario Cubano
Almanaque cubano de 1921 indican que el 18 de Diciembre se celebró el día de: Nuestra Señora de la O y de la Esperanza, Santos Teótimo y Basiliano, mártires.
18 de Diciembre de 1895: La Invasión Libertadora en Las Villas: Avanza de Amalia (distrito de Cienfuegos) a Jagüey (Cienfuegos), en total 4 leguas recorridas. Del 18 de Diciembre por José Miró Argenter en “Cuba Crónicas de la Guerra (La Campaña de Invasión) - Tomo I: Segunda Edición” de la Editorial Lex, 1942, páginas 173-179 describe los acontecimientos del 18 de diciembre de 1895 en la Historia de Cuba::
“Frescos los laureles de la victoria y enardecido por el entusiasmo, nuestro ejército se dispone a tomar la ofensiva anunciándose por todas partes con las llamaradas de los campos que incendia a su paso, y con el ruido ensordecedor, propio del siniestro, que semeja el estruendo de descomunal batalla. Arden los cañaverales de la zona más poblada y rica de Cienfuegos, en donde el pánico cunde con la rapidez de la inmensa combustión que devora las más sólida, fortunas, la riqueza territorial vinculada en los grandes ingenios, y es pregón aterrador de una bancarrota inevitable.
“Todo está a merced del poder revolucionario, el gran demoledor de los privilegios sociales que, armado y terrible, se propone nivelara todo el mundo ¡con la tea! para que el escarmiento sea cabal. ¡Qué enseñanza más ejemplar!: un grupo de hombres obscuros, gente anónima, negros, que ayer salieron de la esclavitud, disponen ahora de la propiedad, de la tierra pingüe, del feudo productivo y lo arrasan a tizonazos.
“Al día siguiente de Mal Tiempo nuestros exploradores cruzaron algunos tiros con la guerrilla de Santa Isabel de las Lajas en las inmediaciones de este lugar, pero cayéndole nuestra vanguardia decidió el lance a cuchilladas. En este hecho de armas ocurrió un incidente que pudo traer fatales consecuencias para el general Maceo; al tirar éste una estocada a un guerrillero que se le interpuso en el camino, se le desbocó el caballo tomando la dirección de Santa Isabel, casi a la vista de los fortines del pueblo; pero algunos oficiales, viendo el peligro que corría nuestro caudillo, echaron sus caballos al galope, y consiguieron llegar antes que él al pie de las trincheras enemigas.
“Tanto era el enardecimiento de nuestra caballería, corriendo tropelosa por aquella comarca abrasada, en busca de competidores con quienes esgrimir el acero, tal el ardor de nuestros soldados y su anhelo de p.-lean, que, sorprendidos de pronto por los pitazos de alarma de una locomotora, creyendo que fuera un tren cargado de tropa española, dispuesta a aceptar el cartel de desafío, se abalanzaron sobre la máquina y los vagones sin prever el riesgo de la operación, dado que no se había antes obstruido la línea férrea. Afortunadamente, era un tren del ingenio Caracas, en el que venía el encargado de la finca para hablar con los generales Gómez y Maceo sobre el decreto de prohibición de la zafra y otros asuntos de palpitante interés. Al observar el visitante el aspecto de nuestros soldados y la impetuosa acometida que acababan de realizar a su presencia, pudo explicarse, de un modo gráfico, la tremenda carga de Mal Tiempo de cuyo suceso tenía noticia por el rumor público.
“Situado el campamento en la finca Amalia, perteneciente al término de Cartagena, tuvimos ocasión de apreciar el gran incremento de la Revolución en Las Villas occidentales, en donde aclamaban ya nuestra bandera muchos hombre; de influencia y prestigio, que poco antes permanecían retraídos en las poblaciones, dudosos del éxito obtenido por las armas cubanas. Devotos del programa revolucionario, pero temiendo el fracaso que vaticinaban los elementos españoles, habían rehusado hacer profesión de fe de un modo ostensible, para no incurrir en expansiones prematuras; mas convencidos al fin de la verdad, de la fuerza positiva de la revolución, de la capacidad militar de sus principal es caudillos y del vigor de los combatientes, cuyo avance por el territorio de Cienfuegos tomaba carácter de irrupción arrolladora, sin que pudieran detenerla los muros de bayonetas del ejército español; el espectáculo portentoso que presentaba la realidad de los hechos en frente de la mentira oficial, de la indigna farsa que ponían en juego los hombres más serios de la causa española, tal cúmulo de circunstancia favorables, decimos, arrancando la venda de los ojos, mostrando a todo el mundo el aspecto verdadero de las cosas, habían conmovido profundamente el sentimiento público, decidiendo á- los más desconfiadas y remisos que, como siempre resulta en casos análogos, se convirtieron en fervorosos prosélitos. La incertidumbre y el pesimismo, la duda y el temor, desaparecían bajo la ola hirviente de los sucesos diarios, que, con su precipitado curso y sus terribles sacudidas, no daban lugar a la reflexión. Si los ánimos más pensadores pudieran abrigar alguna inquietud respecto del fin ulterior de la lucha, el astro resplandeciente de la victoria fulgurando sobre el cielo de la patria, en medio de columnas ígneas, de escuadrones al galope, de estandartes desplegados al viento, de orientales que cruzaban en alas del heroísmo, como cosa fantástica, corno pasaje de los tiempos fabulosos, tan deslumbradora imagen ejerciendo los prestigios propios de la tentación, tenía forzosamente que agitar los espíritus más reflexivos, y ahogar en ellos toda idea de incertidumbre acerca de lo porvenir, para exponerles únicamente la intervención feliz de lo maravilloso, presidiendo todo aquel tumulto y apresurando el desenlace de la acción.”...
18 de Diciembre de 1836: Reacción en Santiago de Cuba.
En “Un Día Como Hoy” por Emeterio S. Santovenia editado por Editorial Trópico, 1946, La Habana, Cuba, páginas 711-712 nos describe los acontecimientos del 18 de diciembre de 1836 en la Historia de Cuba:
“Las providencias dictadas por el mariscal de campo Manuel Lorenzo, las tendencias sustentadas por la prensa que veía la luz pública en Santiago de Cuba, la organización de algunos batallones de milicia nacional y la partida, con rumbo a España, de Porfirio Valiente y Benito Rubio Bocanegra, elegidos por el propio gobernador Lorenzo, la Diputación y el Ayuntamiento para solicitar de la Metrópoli que se extendiese a la Isla la constitución adoptada en la Península, demostraron que los hombres que habían jurado el código de Cádiz en el Departamento Oriental se hallaban resueltos a mantenerse firmes en su manifestación liberal. Las órdenes de Tacón, divulgadas con la noticia de que allí se desobedecerían, fueron contraproducentes. Aunque no faltaron expresiones de desafecto para la bandera española, no hubo la idea de separatismo ni aun en el momento crítico. Pero las cosas pronto cambiaron de dirección. Pocos días después de la partida de Valiente y Rubio hacia España comenzó a tomar cuerpo la intención de quienes pretendían mostrarse obedientes a Tacón. Un día infausto para las libertades públicas de la Isla, el 18 de diciembre de 1836, jefes y oficiales de los destacados en Santiago de Cuba expusieron a Lorenzo, en una mezcla de templanza y firmeza, su resolución de no hacer armas contra las fuerzas que la Capitanía General enviase para someterlos. Esto era un aviso, más que de prevención, de ataque por parte del absolutismo. El 19 de diciembre las dos compañías que guarnecían a Bayamo y Guisa dieron el grito de reacción. El conocimiento de esta ocurrencia decidió a Lorenzo a buscar una rápida solución al problema creado. El 21 convocó a una junta de autoridades. A las palabras de natural franqueza de Lorenzo, que no ocultó su parecer de que la causa constitucional y sus sostenedores estaban seriamente amenazados, siguió la actitud de] coronel Santiago Fortún, que se apresuró a manifestar, no sin la sorpresa de muchos de los circunstantes, que tenía en su poder una orden del Capitán General para hacerse cargo del Gobierno.”...
“Las providencias dictadas por el mariscal de campo Manuel Lorenzo, las tendencias sustentadas por la prensa que veía la luz pública en Santiago de Cuba, la organización de algunos batallones de milicia nacional y la partida, con rumbo a España, de Porfirio Valiente y Benito Rubio Bocanegra, elegidos por el propio gobernador Lorenzo, la Diputación y el Ayuntamiento para solicitar de la Metrópoli que se extendiese a la Isla la constitución adoptada en la Península, demostraron que los hombres que habían jurado el código de Cádiz en el Departamento Oriental se hallaban resueltos a mantenerse firmes en su manifestación liberal. Las órdenes de Tacón, divulgadas con la noticia de que allí se desobedecerían, fueron contraproducentes. Aunque no faltaron expresiones de desafecto para la bandera española, no hubo la idea de separatismo ni aun en el momento crítico. Pero las cosas pronto cambiaron de dirección. Pocos días después de la partida de Valiente y Rubio hacia España comenzó a tomar cuerpo la intención de quienes pretendían mostrarse obedientes a Tacón. Un día infausto para las libertades públicas de la Isla, el 18 de diciembre de 1836, jefes y oficiales de los destacados en Santiago de Cuba expusieron a Lorenzo, en una mezcla de templanza y firmeza, su resolución de no hacer armas contra las fuerzas que la Capitanía General enviase para someterlos. Esto era un aviso, más que de prevención, de ataque por parte del absolutismo. El 19 de diciembre las dos compañías que guarnecían a Bayamo y Guisa dieron el grito de reacción. El conocimiento de esta ocurrencia decidió a Lorenzo a buscar una rápida solución al problema creado. El 21 convocó a una junta de autoridades. A las palabras de natural franqueza de Lorenzo, que no ocultó su parecer de que la causa constitucional y sus sostenedores estaban seriamente amenazados, siguió la actitud de] coronel Santiago Fortún, que se apresuró a manifestar, no sin la sorpresa de muchos de los circunstantes, que tenía en su poder una orden del Capitán General para hacerse cargo del Gobierno.”...
18 de Diciembre de 1705: Hatos y corrales en el Municipio de Manguito, Matanzas.
18 de Diciembre de 1704: Hatos y corrales en el Municipio de Perico, Matanzas.
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