Monday, January 17, 2011

Hoy, 17 de Enero, en el Calendario

Hoy 17 de Enero en el Calendario USA

Día de Martin Luther King, Jr.
Tercer lunes del mes de enero
Este día se celebra en toda la nación y es feriado.

17 de Enero 1994 - Terremoto en el Valle San Fernando, California, que registró una magnitud de 6.6; murieron 61 personas y unas ocho mil fueron heridas.

California

17 de Enero 1822 - Murió el presidente Rutherford B. Hayes en Fremont, Ohio. Nació en Delaware, Ohio el 4 de octubre de 1893. Presidente de los Estados Unidos de América de 1877 a 1881.

Filadelfia

17 de Enero 1706 - Nació Benjamín Franklin en Boston, Massachusetts. Uno de los patriotas más ilustre en la Revolución Americana; escritor, inventor, científico, político y diplomático. Signatario y coautor con Thomas Jefferson de la Declaración de Independencia. Murió 17 de abril de 1790 en Filadelfia, Pennsylvania.

Hoy, 17 de Enero, en el Calendario Cubano

Almanaques cubanos de 1921 y 1946 indican que el 17 de Enero se celebró el día de: Santos Antonio abad y Mariano, mártir y santa Leonila y sus nietos Espeusipo, Eleusipo y Meleusipo, mártires.

17 de Enero de 1896 La Invasión Libertadora en Pinar del Río: Avanza de Paso Viejo (Pinar del Río) a Las Taironas, en total 4 leguas recorridas. Combate en Las Taironas: Antonio Maceo a las puertas de la Ciudad de Pinar del Río. Las fuerzas españolas estaban bajo el mando del Teniente Coronel Ulpiano Sánchez Hechevarría (natural de Santiago de Cuba).

La Invasión Libertadora del 15 al 22 de enero de 1896 por José Miró Argenter.

...“A tiro de fusil de Pinar del Río, viendo nuestros soldados los cuarteles y todo el caserío de la ciudad, el día 17 por la mañana, al golpe de la corneta y de la charanga, nuestra columna hizo diferentes amagos sobre la población. Nos dispararon veintiún cañonazos: parecía el saludo de gala. El día anterior, casi al tiempo de acampar en Paso Viejo, nuestras patrullas ventilaron lances con los destacamentos más avanzados de la plaza. En tanto el general Maceo practicaba estas diversiones casi encima de la ciudad, una columna se dirigía al embarcadero de la Coloma por la calzada que, desde Pinar del Río, conduce a dicho lugar, ensenada de la costa Sur en donde desemboca el río de la Coloma. Marchando la columna de Maceo por los alrededores de Pinar del Río (debe entenderse la ciudad de este nombre), llegó al barrio de las Taironas, a siete kilómetros de la capital. La columna española que se hallaba en camino de la Coloma, fue avisada desde la plaza, mientras Maceo hacía alto en las Taironas para enterarse de los sucesos públicos, pues allí encontramos algunos periódicos de la Habana y un bisemanario de Pinar del Río que ponía a Maceo de oro y azul; llamábale cobarde y abyecto! El que escribe estas páginas, envió una carta bastante expresiva al director del bisemanario de Pinar del río, para que rectificara, los conceptos ofensivos, o en caso contrario que saliera a batir a los insurrectos con alguna de las columnas que se hallaban dentro de la plaza; única manera de comprobar la cobardía de Maceo y de sus soldados. La carta de referencia la llevó un joven de las Taironas, hijo o allegado del alcalde de barrio, y como es consiguiente, alborotó aun más el panal. Se organizaron nuevos elementos de combate, para que protegieran la marcha de retroceso de la columna que se hallaba en la calzada, sin saber que camino adoptar. Nuestra vanguardia divisó a los españoles, ya prevenidos, cerca de un edificio atrincherado, sobre la misma calzada de la Coloma. En aquel edificio que, según informes, era una tienda o bodega, se hallaba un destacamento de guardia civil y voluntarios, y en otro edificio, más inmediato a las Taironas, otro destacamento de guardia civil y tropa de línea. Rompióse el fuego sin vacilación, al verse las caras unos y otros: españoles e insurrectos. Nuestra vanguardia, en la que iba Bermúdez, atacó com úmpetu las posiciones del adversario, y éste hizo gala de serenidad, resistiendo con aplomo la feroz embestida de nuestros escuadrones. La tropa española, desplegada a un lado de la carretera, y con algunas secciones de tiradores dentro de las cunetas del camino causó enorme estrago con su certera puntería, al abalanzarse nuestra vanguardia sobre la línea formidable que vomitaba plomo a derecha e izquierda. Las mismas carretas que estaban destinadas a conducir el convoy, les sirvieron de reducto al lanzarse Maceo con el núcleo de caballería. El fuego se hizo intenso y horrible, y se extendió a más largo trayecto, debido a que entraban tropas de refresco procedentes de Pinar del Río, o sea la segunda columna que se organizó en la ciudad para que sirviera de sostén a la que emprendía el camino de la Coloma. El refuerzo fue providencial a la primera columna, pues se hallaba envuelta por toda la caballería de Maceo, parte de la cual, para hacer más eficaz la hostilidad, pasó al lado opuesto, por debajo del viaducto de la calzada. Con la llegada de la columna auxiliadora hubo de extenderse el radio de la acción, aminorando, por consiguiente, la embestida sobre el lugar del primer debate. El regimiento Las Villas, batió el segundo frente de los españoles, que trataba de unirse al batallón que aun bregaba en el mismo sitio de la pendencia. Maceo, comprendiendo que la cuestión solamente podía decidirla el arma de infantería, colocó 200 tiradores, al mando del coronel Sotomayor, sobre una eminencia poblada de encinas, los cuales enviaron un aguacero de plomo sobre los infantes y jinetes de las fuerzas españolas, que salieron de las zanjas de la carretera y se parapetaron en la tienda de Escofet, donde se hallaba uno de los destacamentos de guardia civil, y poco después, al verse amenazado por el flanco derecho por dos escuadrones que salieron de sopetón de una hondonada, dejaron el campo de la acción y regresaron a sus cuarteles de Pinar del Río. En nuestro poder quedaron algunos bagajes con bueyes y conductores. Pero la victoria nos costó pérdidas de consideración. Tuvimos 62 bajas, muy sensibles algunas, pues hubo que deplorar la muerte del coronel Pedro Ramos, jefe del regimiento Céspedes, del médico Federico Latorre, joven muy animoso, del capitán Barroto, oficial meritísimo, del teniente Rafael Ferrer, del Estado Mayor, que exhaló el último suspiro, saludando la aurora de la república, y entre los heridos de gravedad, el brigadier Bermúdez. La noche del 17, el cuartel general la pasó en la famosa vega de Tiburcio Castañeda. Maceo ordenó que el regimiento Las Villas practicara un reconocimiento en el caserío de la Coloma. Tal fue el debate de La Calzada”...

Antonio Maceo

En “Un Día Como Hoy” por Emeterio S. Santovenia editado por Editorial Trópico, 1946, La Habana, Cuba, páginas 39-40 nos describe los acontecimientos del 17 de enero de 1896:

“La campaña del general Antonio Maceo en Vuelta Abajo tuvo puntos singulares. Lo fueron ciertos hechos que, por su propia significación y por sus circunstancias, revistieron de la mayor notoriedad la presencia del famoso caudillo en el occidente cubano. La situación del Lugarteniente a las puertas de la ciudad de Pinar del Río perteneció al grupo de sucesos notables ya indicado. La capital de Vuelta Abajo, ocupada y guarnecida por los españoles, vio el 17 de enero de 1896, con sorpresa, como estaba amagada por las huestes invasoras. No flotaba entonces por primera vez la bandera de Cuba libre en las inmediaciones de la ciudad de Pinar del Río. Casi tres meses antes, el 24 de octubre de 1895, un puñado de jóvenes animosos -Emilio Avendaño y Silva, Clemente Alvarez, Carmelo Olarte y Rodríguez, Miguel Blanco Gómez, Manuel de la Fuente y Jordán, Francisco Azopardo y Linares, Enrique Maza y Martínez, Pastor Armenteros, José Urrutia Castañeda, Gregorio Hernández Veloz y Eduardo Bernal y Piloto- enarbolo la enseña de Narciso López y Guáimaro en las vegas de La Ceniza, a cuatro kilómetros de la población. Aquel temerario brote revolucionario del 24 de octubre de 1895 quedo incontinenti anulado, dejando solo la prueba de que en las comarcas occidentales el cubano se encontraba alerta. La proximidad del Lugarteniente General del Ejército Libertador convirtió la esperanza en realidad. El puso fuera de quicio a los enemigos de la República y demostró con la altivez de su continente y la firmeza de su resolución que el ideal de los patriotas triunfaba de la ambición del maltrecho régimen colonial. El 16 de enero vivaqueo el contingente invasor en Paso Viejo, barrio de la municipalidad de Pinar del Río. Los defensores de la ciudad tuvieron en seguida aviso de la grave novedad. Hubo hasta escaramuzas en las últimas horas del día 16 entre destacamentos avanzados de la plaza y patrullas insurrectas. Todo tendió a preparar una inmediata polémica. El 17 de enero de 1896 los libertadores realizaron amagos sobre la población y se colocaron a tiro de fusil de Pinar del Río. Los españoles respondieron a tal actitud disparando veintiún cañonazos. Mientras esto ocurría, persistiendo Maceo en rondar por las inmediaciones de la capital de Vuelta Abajo, fuerzas enemigas partieron de la ciudad, por la calzada de La Coloma, con rumbo al embarcadero del mismo nombre. El encuentro se hizo inevitable. La columna española avanzó cabalmente al hacer alto Maceo en Las Taironas -por allí había de cruzar el adversario- para enterarse de los últimos acontecimientos de que hablaban los periódicos.”...

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